Passivhaus Seg_D
Nos fuimos conociendo de escuela de escalada en escuela de escalada y no fué difícil explicar que el almacén era para guardar ese juguete de los niños mayores, al que ahora llaman moonboard.
En la vivienda evidentemente el confort, la luz y las vistas estaban dentro del programa de necesidades, teníamos muy fácil resolverlo con ese terreno.
Sin duda el planteamiento pasaba por una vivienda passivhaus.
Desde el sur y el oeste se abre al sol y a las vistas, una referencia cinematográfica para explicarnos cómo tiene que ser el porche: «El Gran Torino».
Vistas de Campoo desde el porche, protegidos del norte por la pendiente natural del terreno la vivienda se mimetiza en el medio rústico de los Valles Cántabros como una pequeña nave semienterrada.
Respondemos a la integración en el medio rústico utilizando una fachada de gaviones con árido calizo machacado, nos gusta reinterpretar soluciones tradicionales huyendo de la copia o el falseo de las mismas.