L.U.X. 4 Passivhaus en Salinas de Pisuerga
El objeto del proyecto es la construcción de cuatro viviendas basadas en la arquitectura passivhaus a un precio de venta asequible, con recursos locales.
Se propone que sean de bajo consumo energético (15 kwH/m2año) basadas en el estándar passivhaus de manera que se minimice la llamada hipoteca energética.
La superficie de las mismas es la que, adaptada al solar, permita su reparto en cuatro unidades habitables independientes cumpliendo con el siguiente programa de necesidades:
3 dormitorios
Salón-Comedor
Cocina
Baño
Aseo
Patio
Imaginamos que en sección el programa se resuelve en dos alturas donde se sitúan las dependencias vivideras.
La distribución interior se corresponde con una planta abierta en la medida que permite el programa, con espacios flexibles con iluminación natural.
El aprovechamiento de las condiciones bioclimáticas es esencial para nosotros, como ya hemos comentado. Por ello incluiríamos la utilización de estos conceptos en el diseño de las viviendas.
Al repartir el terreno en cuatro parcelas vemos que quedarían relativamente alargadas en la orientación norte-sur situando el edificio al norte de manera que se aproveche el patio la mayor parte del año.
En el frente de parcela, en la entrada desde la calle, que sería una parte del terreno cedido, al sur de las parcelas se produciría la entrada a las mismas.
En relación a la energía las viviendas se proyectan bajo el estándar passivhaus que ofrece como ventaja al usuario un confort extra en relación a la calidad del aire interior y las condiciones térmicas del edificio.
Una reflexión que motivó el proyecto:
¿QUÉ ES EL LUJO?
Nos preguntamos tras vivir unos años en la Montaña Palentina.
Para nosotros el lujo es el paisaje, la naturaleza, la oportunidad de disfrutar de este entorno.
El lujo es disfrutar de pequeños aspectos de esos a los que rápido te acostumbras, a los cielos azules inmensos de invierno, a cruzarte con un venado en la carretera (sin pillarle), a la vista del Curavacas y el Espigüete en la curva de Matamorisca yendo a Salinas … o a vivir en el paisaje de las postales de las vacaciones de la mayoría de la gente.
Elegimos vivir aquí, y reflexionamos acerca de qué maneras de habitar la montaña se nos presentan en la actualidad…
Una vivienda para “entrar a vivir” en la mayoría de las inmobiliarias es una casa en la que hasta hace 10 años vivió la abuela de alguien, una casa vacía desde hace diez años destinada a ser comprada por una pareja de una gran ciudad que quiere pasar en la Montaña Palentina sus vacaciones de verano, porque en invierno la verdad, es que “en esas casas no hay quien pare”.
Los arquitectos nos sentimos responsables en la medida que nos corresponde de la vida de la gente, de su confort, de su economía… en verdad, de la mano de los clientes diseñamos la manera de habitar un territorio.
De esa forma de habitar se articulan relaciones sociales, se desarrollan negocios, se inicia actividad económica, se llena el territorio de vida.
Vivimos tiempos complejos, hay un cambio sociocultural que se ha llevado a la gente a vivir a las ciudades, se estima que en unos años los pueblos cada vez tengan menos habitantes y por ende las ciudades, mas; pero aún hay gente que da valor a cosas sin aparente valor, al agua clara de los ríos, a un paseo por la tarde a coger moras o a ver si otra vez vemos a ese pajarillo raro que habita nuestros cielos.
En Sietequince vivimos de otra manera, y compartimos esa visión diagonal de la vida con nuestros clientes, a los que siempre les contamos que hacemos casas sin calefacción, pero con calor.
Consideramos que es una pena que nuestra baza comercial sea la sostenibilidad, el ahorro energético y el amplio conocimiento de técnicas de eficiencia energética en la edificación, pues la generalización de estas prácticas de trabajo, estamos convencidos de que mejorarían notablemente la vida de la gente.
Con la “casa cuatro estaciones” uno de nuestros primeros proyectos en clave sostenible conseguimos una vivienda totalmente adaptada al medio en lo relativo a la integración urbana y al funcionamiento bioclimático del edificio, una casa con habitantes felices una casa que “vende casas”.